Arnaud Mestelan

arnaud-mestelan-texte1

CALDO DE CULTIVO SURF

con Arnaud Mestelan

"Coger una buena ola y surfearla bien, es lo único que importa."

1994. En su habitación, los padres de Arnaud Mestelan confeccionaban los trajes de baño Beach Bum que, en aquella época, llevaban el sello Made in Biarritz. Sin duda, ahí fue donde empezó todo, por casualidad y por pasión. "Descubrí el surf en los mercados de la Costa Oeste. Iba con ellos en el maletero del coche”. También acompañó a sus padres cuando viajaban desde el País Vasco hasta Galicia, pasando por Portugal y, alguna vez, hasta Canarias. Pero fue en su casa, cerca de Biarritz, donde su padre le inició en el surf como una herencia natural, que pasa de padres a hijos. "A partir de los años 80, mi padre iba a Indo todos los años. Me llevó con él por primera vez en 1998. La cultura surf te da ganas de viajar, quieres ver si hay tubos en otros lugares”. Y a otros lugares también fue: Chile, Perú, Australia. Al irse de casa a los 19 años, Arnaud tuvo tiempo de viajar mucho. "Un día, me encontré con Robbie Page en el andén de la estación de Biarritz. Se iba a Australia. Le dijo a mi madre: 'Me llevo al muchacho y puede quedarse conmigo”. Pasé un mes en su casa y luego dos meses vagando por Australia. Hice mi servicio militar de surf con Robbie."

Por lo tanto, es una historia de encuentros, y también de admiración. Cuando estás sobre el terreno rodeado de veteranos, los que conservan la verdad del paso del tiempo, acabas teniendo una visión global de la práctica. "El surf me fue transmitido, pero nunca impuesto. Aprendí algunas lecciones valiosas", explica, recordando las agitadas sesiones en Guéthary rodeado de veteranos cuando él tenía 14 años. Los " viejos ", como se autodenominaban, son Thierry Organoff, Sylvain Cazenave, Jean-Pierre Stark, René Bégué y todos los amigos de su padre, quienes compartían sus conocimientos a través trajes de neopreno que nunca se secaban y de anécdotas de sesiones contadas como si fueran aventuras. "¡Estos tipos habían estado en Hawái! Eran leyendas para mí", recuerda Arnaud, que está convencido de que, si no conoces la historia del surf, te pierdes muchas cosas. "O ves el surf como un deporte, o lo practicas como las artes marciales. En ese caso, sabes de dónde viene y construyes tu experiencia. Tener presente la cultura surf es primordial.

"Tener presente la cultura surf es primordial".

Arnaud tenía 12 años cuando compró su primera tabla Stark. Hizo sus primeros pinitos con thrusters antes de probar una vieja tabla de su padre; una Willis Brothers traída de un viaje a Hawái. "Era una tabla más gruesa de lo que estaba acostumbrado a surfear. Para mí, fue una revelación." Esta es la dirección, el camino que Arnaud querrá seguir a partir de ahora. "También descubrí las tablas antiguas gracias a Litmus. Esta película fue lo que me llevó a las Single Fin. Con la tabla Single, Arnaud descubre, sobre todo, el sentido de la gravedad y comprende la necesidad de un verdadero bottom turn para subir a lo alto de la ola. "Ahí es cuando puedes cambiar de marcha y surfear en una línea más ancha. Busco un surf con curvas y, sobre todo, quiero divertirme". Hoy en día, las tablas inspiradas en diseños antiguos tienen toda su atención. "Coger una buena ola y surfearla bien, es lo único que importa. No estoy aquí para surfear grandes olas, sino olas perfectas”. Sin embargo, lo encontrarás en lugares como Avalanche o Lafitenia cargando su 10 '4", una réplica de una tabla de surf Sunset de 4 metros o más. "Cuando la gente me ve venir con esto, me dicen “te vas a matar”, pero no tengo ningún deseo de ponerme al límite. Para mí, el surf es una pasión, no un deporte. Así es como me han educado”. Arnaud, que siempre ha sido miembro del Biarritz Surf Club, el club de surf más antiguo de Francia (1963) y durante mucho tiempo presidido por Jo Moraiz, evolucionaba entonces hacia una técnica que domina y que le encanta.

Hoy en día, a través de la tienda familiar, Arnaud rinde homenaje a esta parte del mundo que le vio crecer. Situado bajo los pórticos del casino municipal, frente a la Grande Plage, Aux Guides Baigneurs es un lugar mítico en el paisaje de Biarritz. "Al principio, la tienda no era mi aventura pero, tras la muerte de mi padre, después de pasar varias veces por delante, finalmente presenté un dossier y defendí el proyecto. Más allá del surf, lo que me interesaba era el patrimonio marítimo de Biarritz”. A Arnaud le gusta decir que tuvo suerte. El surf le fue transmitido. Siempre ha estado ahí. Siguiendo los pasos del legado sin imposiciones de su padre, transmite a sus dos hijas este caldo de cultivo. "La pequeña de 5 años y medio parece estar receptiva al surf. A veces me la encuentro en traje de neopreno en el garaje subida a las tablas. A la mayor le gusta mucho el mar, pero no le interesa el surf. Prefiere remar en el mar, es otro acercamiento al océano. Ella me introdujo en el salvamento costero. A través de la tienda, la acompaño con la historia de los Guides Baigneurs. En resumen, se cierra el círculo.

Texto : Elisa Routa

arnaud-mestelan-texte2

Sigue a Arnaud en las redes sociales