Laure Mayer

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Auténtica artista del longboard clásico, una disciplina que basa su filosofía estética en la búsqueda permanente del equilibrio y el desequilibrio, Laure Mayer ha encontrado su ritmo y un estilo de vida perfecto entre Australia y el País Vasco. De un hemisferio al otro, buscando el verano eterno, su pasión por la danza y la moda se combina con la cultura surf, e influye en sus trayectorias y creaciones.

Para expresar la quintaesencia de su belleza, las olas y la música necesitan un cuerpo vivo que las interprete. La danza y el surf son obras de arte que nacen y mueren a perpetuidad, y dibujan sus contornos en la magia de la improvisación. "Empecé a bailar flamenco antes de dar mis primeros pasos sobre un longboard, a los 14 años. De forma inconsciente, natural y espontánea, mi estilo sobre las olas probablemente se inspiró en mis coreografías, y viceversa...", dice Laure Mayer.

En aquel momento, la adolescente de San Juan de Luz se inclinaba más por mirar hacia los Pirineos y más allá que hacia el océano. "Me fascinaba -y me sigue fascinando- la cultura y la danza españolas y, sobre todo, me encantaba esquiar en la montaña. Mi padre era un excelente esquiador y mi deporte favorito era el snowboard. Se me daba bastante bien, pero un día llegó el surf a mi vida y esta pasión nunca me abandonó...".

Tras terminar el bachillerato, Laure comenzó a estudiar empresariales en Bayona, lo que la llevó a realizar un máster en gestión internacional y gestión de deportes de tablas. Durante un intercambio estudiantil Erasmus con Portugal, pasó un año escolar en Lisboa y descubrió un mundo cultural de olas y encuentros que influiría profundamente en su carrera.

"Esos pocos meses fueron decisivos en mi vida de surfista. Desde entonces, tuve un deseo insaciable de libertad, viajes y exotismo".

A los 22 años, voló por primera vez a Australia en un viaje para aprender inglés. "Me quedé en Sídney durante cuatro meses con amigos y luego descubrí la magia de Byron Bay. Fue amor a primera vista...". Tanto es así que Laure vive ahora más de seis meses al año en este pueblo cosmopolita, a menudo descrito como "el más cool de Australia".

Con 350 días de surf al año, en un entorno paradisíaco, con aguas cálidas de color turquesa, rodeado de delfines y tortugas, el pointbreak interminable de Byron es uno de los paraísos del surf en la tierra, especialmente para los Loggers, los amantes del longboard clásico, entre los que hay muchas chicas, que adoran esta ola y el ambiente que allí reina.

Laure se ha convertido en una influyente "Lady Logger" en dos lugares legendarios para la comunidad internacional de longboard clásico: Byron Bay y la Côte des Basques. "No es sólo una moda, reservada a los nostálgicos del movimiento retro, a los amantes de las tablas y del estilo vintage... Es una disciplina y una cultura del surf muy especializada que está en constante evolución."

En 2015, empezó a diseñar ropa de surf para mujeres y creó la marca Lore of the Sea. "Surgió de forma natural... En Australia, el clima tropical hace que el traje de baño sea una pieza esencial de tu vestuario, ¡pero ningún diseñador de marca pasa 8 horas al día en el agua como los surfistas! Me pareció que la elección era limitada, buscaba crear piezas más cool y a la moda que fueran bonitas, técnicas y funcionales." Como autodidacta, aprende a coser, a diseñar patrones, invierte en máquinas adaptadas a los tejidos elásticos, que elige con cuidado... "La marca ha tenido éxito, pero para mí la verdadera consagración es haber creado mi estilo de vida en torno a mi pasión, vivir "de verdad". Soy consciente y agradezco la oportunidad que tengo de vivir esta vida de ensueño. He tomado decisiones que me hacen feliz, estoy a gusto con lo que hago y no lo cambiaría por nada del mundo. Estoy locamente enamorada del surf...".»

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